Bob Katz es ingeniero de sonido
especializado en masterización, sus libros han sido traducidos al español y es conocido
“El arte de la masterización”, un libro muy completo y con una interesante
filosofía. A continuación el resumen de una entrevista a él, hecha por Andrés
Mayo.
Teniendo yo mismo más de 15
años como Ingeniero de Mastering, conozco de cerca las dificultades a las que
se enfrenta Bob Katz cuando un cliente (ingeniero, productor, músico o
ejecutivo de una compañía discográfica) se muestra reticente a masterizar. Las
razones pueden ser muchas, pero casi siempre tienen que ver con cuestiones
artísticas y económicas. Por ejemplo, es común escuchar a profesionales y
estudiantes opinando acerca de las verdaderas ventajas de masterizar en un
estudio profesional, cuando existen herramientas caseras de software y hardware
que aparentemente realizan el mismo proceso en forma semiautomática. Yo he
recibido preguntas con relación a este tema a lo largo de toda mi carrera, en
mi estudio, en mis seminarios y en foros online. Traslado entonces la pregunta
a Bob:
Siendo el mastering un
proceso cuyos beneficios son aún discutidos y resistidos por muchos
profesionales, ¿cuál es su visión sobre la utilidad del mismo?
BK: “Creo que la situación no
es tan mala como propones. He descubierto que los "profesionales" que
tratan de masterizar su propia obra (para ahorrar dinero? a causa de egoísmo?)
sólo lo hacen una vez. Ellos pronto descubren que hacer la masterización sin
empeorar su obra es muy difícil. Por lo tanto en su próxima grabación ellos
buscan los servicios de un profesional de masterización, o bien a mitad del
proyecto abandonan sus esfuerzos y recurren a un profesional para terminar su
proyecto. Las razones son múltiples, pero yo creo que la primera es la falta de
experiencia. La segunda es la falta de un buen sistema de monitoreo. Sin
monitoreo o acústica correcta, uno no puede oír lo que hace (o no hace) en el
área de "traducción". Tener monitoreo correcto nos ayuda mucho a
llegar a un Master que se “traduce” fielmente a varios sistemas de
reproducción. Sin monitoreo correcto, el ingeniero que trata de masterizar
descubre que tiene que comparar su obra en una docena de sistemas y tratar de
lograr un promedio entre todos. El resultado: una grabación "mediana"
sin emoción o impacto. Por el contrario, con un solo sistema de masterización
bien calibrado, el ingeniero de masterización puede tomar decisiones correctas
y rápidas, con la confianza de que su Master va a “traducirse” correctamente a
la mayoría de los sistemas de reproducción, incluyendo la Internet. No quiero
decir que los desanimo a tratar de masterizar su propia obra si no tienen el
presupuesto para pagar una masterización profesional. Promover y difundir su
obra es más importante que masterizarla, si existe una buena mezcla que suena
bien en varios sistemas. Te aseguro que la masterización va a mejorarla, pero
no vale nada sin presupuesto para que se difunda. Sin embargo, hoy en día hay
tantos pequeños estudios caseros, divorciados del mundo real y que producen
mezclas de calidad variable, que la decisión de no masterizar para corregir
errores puede resultar muy costosa.”
¿Qué opina de la actual
"carrera por el volumen" que se observa en todos los formatos de
audio profesional?
BK: “Es una tragedia universal.
Bajar la calidad al denominador más bajo... Pero tengo una esperanza, que en el
futuro los servers de Itunes y home servers harán obsoleta la "carrera de
volumen". Porque Itunes y otros home servers tienen una facilidad que se
llama "replay gain" o "Soundcheck" que regula el
"volumen" del consumidor. Espero que esta facilidad se difunda y se
popularice hasta que los productores de música se den cuenta de que no tiene
valor la hipercompresión.”
El estudio de mastering de Bob
está acondicionado a semejanza del living de una casa, con la evidente
intención de reproducir lo más posible el entorno real de escucha del oyente.
Sabiendo que hay una gran cantidad de fabricantes que confían en su oído para
aprobar o desaprobar un producto determinado, es obvio que puede elegir los
componentes de su estudio con mucha libertad entre decenas de ofertas. Me
parece interesante entonces conocer cómo llega a determinar cuál es el
equipamiento más adecuado para esta tarea.
¿Cómo seleccionó su
equipamiento para su estudio personal de mastering? ¿En base a qué criterios?
BK: “Hmmmmm.... Tengo dos
criterios generales: Busco equípo transparente o equipo con buen
"color" de sonido. En la primera categoría incluyo mi mejor equipo
externo digital, manufacturado por Daniel Weiss por ejemplo, Dave Hill
(Cranesong), TC Electronic o Algorithmix (en plug-in). En la segunda categoría
tengo mi equipo externo analógico, hecho por ejemplo por Dave Hill, Greg
Gualtieri (Pendulum), John La Grou (Millennia) y, por coincidencia el equipo
digital TC Electronic que trasciende categorías. El nuevo algoritmo
"MD4" de TC combina la transparencia de lo digital con el calor y las
posibilidades de lo analógico.
Yo puedo citar valores de
distorsión pero no existe buena correlación entre estos valores y lo que se
oye. En última instancia, son el oído y el monitoreo los que determinan cuál
equipo me suena mejor. Otro criterio que me viene a la mente es la facilidad de
uso, que es muy importante en un estudio de sonido que se mantiene ocupado.”
“Mastering Audio: The Art and
The Science” de Bob Katz es el único libro serio escrito hasta hoy sobre
mastering. La edición, que ha merecido innumerables elogios en todo el mundo,
es hoy una fuente permanente de consulta sobre este tema.
El artículo completo puede
descargarse en formato pdf desde www.andresmayo.com/data
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